Pelea, lucha o entrega del jugador que busca recuperar la pelota para su equipo.
Un estilo de juego que, en la década del 40, frente al virtuosismo que derrochaba “La Máquina” de River, se apoderó para siempre del espíritu futbolístico que el simpatizante de Boca Juniors le exige a los que visten su camiseta.